SIERRA
DE CASTRIL: NATURALEZA E HISTORIA
En
el norte de nuestra provincia, en el término municipal de Castril, y
limitando con la provincia de Jaén, aparece un espacio natural
espectacular en su relieve, fruto de la naturaleza caliza que
presenta el suelo, y de un clima donde la humedad es abundante, se
trata del Parque
Natural de la Sierra de Castril,
con una extensión de más de 12000 hectáreas y perteneciente a la
Cordillera Oriental del Sistema Subbético andaluz, es recorrido de
norte a sur por el río del mismo nombre, responsable en gran medida
de la fisonomía y de las peculiaridades del entorno, y que discurre
encajado entre la Sierra de Castril y la Sierra Seca terminando su
recorrido en el embalse del el Portillo.
Debido
a la existencia de grandes masa de rocas carbonatadas en estas
sierras, predomina el denominado modelado kárstico, con la
existencia de lapiaces, grutas, simas, galerías, etc., sobre todo en
la cabecera del río Castril, merece la pena hacer referencia a la
“Cueva
del Muerto”
y a la “Cueva
de don Fernando”,
además de numerosos manantiales como el de “Juan
Ruiz”,
“Tubos”,
“La
Magdalena”
o “Lézar”,
también en la zona norte se localiza una pequeña cuenca cerrada, en
la que durante gran parte del año se forma una laguna, gracias al
agua de lluvia y los deshielos.
Si
hablamos de vegetación, el pino
salgareño,
puede alcanzar alturas de hasta 40 metros en las cumbres más
elevadas, donde resiste perfectamente las condiciones ambientales de
los duros inviernos, además podemos ver sabinas
y enebros
rastreos, encinas
(bastante mermada su población “gracias” a la acción del
hombre), quejigos
y arces,
así como diferentes especies de pinos de repoblación (carrasco,
silvestre, etc.). Podemos encontrar además arbustos como el madroño,
y el lentisco,
además de que en las proximidades del río aparecen bosques de
ribera con chopos,
sauces
y fresnos.
Este
paisaje variado en cuanto a vegetación propicia la presencia de una
abundante y variada fauna, entre la que se puede destacar a la reina
de los riscos, la cabra
montés
una colonia de unos 80 ejemplares de buitres
leonados,
incluso alimoches
y halcones
peregrinos.
También sobre los bosques se ve a la gran águila
real,
o las más pequeñas calzadas
o culebreras,
además hay garzas
reales,
lavanderas,
petirrojos,
chochines,
el martín
pescador,
verderones,
verdecillos,
etc. La trucha
común
abunda en las aguas del río, y aparece su gran depredador, la
nutria
y otro pequeño mamífero acuático, el musgaño
de Cabrera.
Incluso podemos ver mariposas
exclusivas de la Península Ibérica y salamandras,
que viven adaptadas perfectamente a las condiciones de humedad que
presenta el entorno.
Esta
fauna y flora, hace que podamos observar multitud de ecosistemas y
hábitats de interés comunitarios, que le dan a este espacio natural
una gran importancia ecológica.
En
este Parque existe una gran variedad de espacios de uso público, que
invitan relajadamente a su uso y disfrute, como el “Centro de
visitantes en Castril”, varios senderos señalizados, tales como
“Barranco de la Osa”, “Cerrada de la Magdalena”, “Cerrada
de Lezar” ,“Cerro del Buitre” “Cortijo del Nacimiento-Prados
del Conde”, “Hoyos de Moreno-Barranco de Canalejas”,
“Nacimiento del río Castril” y un mirador, el del nacimiento del
río Castril.
Además
de todo esto, merece la pena pasear (fuera de los límites ya del
Parque), por la localidad de Castril, declarada desde 1982, Conjunto
Histórico Artístico,
numerosos yacimientos arqueológicos en el valle del río Castril,
nos cuentan el paso de diferentes culturas por estas tierras, su
casco urbano posee edificios emblemáticos como la Iglesia de Nuestra
Señora de las Ángeles (Renacentista), la Puerta del Sol
(Plateresco), la Puerta de la Lonja, la Ermita de la Virgen de la
Cabeza y el Castillo de Castril, situado sobre la Peña de Castril,
declarada como Monumento Natural.
Así,
que hacer una escapada y conocer estos lugares tan próximos, tan
desconocidos, tan espectaculares y tan llenos de historia y de
valores naturales, merece enormemente la pena.
Juan
F. Cañadas Caldito